La dieta puede ser la mejor medicina y controlar lo que comemos e incluir alimentos que nos beneficien para patologías determinadas es un gran consejo.
Donde se notan antes esos beneficios es en la calidad de la sangre y su composición, por ejemplo, en los niveles de colesterol.
Para un individuo sano, el colesterol es una sustancia necesaria, de hecho el cuerpo lo produce por sí mismo. Sin embargo, cuando se sobrepasan los límites, se puede convertir en un problema.
La acumulación de colesterol LDL (malo) en los vasos sanguíneos es la causa de placas escleróticas que perturban la circulación sanguínea, pudiendo crearse coágulos y trombos.
Por el contrario, el colesterol HDL (bueno) nos protege contra esas mismas dolencias. Lo ideal y saludable es tener los dos en equilibrio.
Alimentos anticolesterol
- Ácidos grasos Omega 3, contenidos en los aceites de pescado y las semillas de lino.
- Soja y lecitina de soja, que actúan además sobre el sistema reproductor femenina y mejoran el síndrome premenstrual y la menopausia. Se puede tomar en forma de legumbre cocida, tofu, yogur, harina y miso.
- Manzana. La mejor forma de consumirla con fines terapéuticos es entre horas y masticada entera.
- Ajo y cebolla.
- Berenjena.
- Aceite de oliva, mejor virgen extra y en crudo.
- Judías verdes, para que las verduras conserven todas sus propiedades es mejor consumirlas al vano
- Alcachofa.
- Té verde.
- Nueces, dosis diaria recomendada: entre 5 y 6.
- Plantas medicinales como el diente de león, el alga fucus, el cardo mariano y las barbas de maíz.
Casi todos estos alimentos, tienen el poder de limpiar el hígado y la sangre y metabolizar las grasas, lo cual tiene un efecto paralelo en la reducción del colesterol malo.
Hábitos saludables
- Ejercicio físico. No es necesario realizar deportes duros o aburridos, una simple caminata de 30 minutos diarios a buen ritmo puede ser suficiente. Se reduce el colesterol, se queman grasas y se mejora la circulación.
- Beber agua. Entre 1,5 y 2 litros diarios, repartidas en varias tomas, ejercen una función de drenaje y arrastre de colesterol y toxinas.
- No consumir alcohol.
- Consumir proteínas vegetales, libres de grasas saturadas difíciles de digerir y que se acumulan formando placas de colesterol: legumbres, frutos secos, tofu, seitán, arroz integral.
- Evitar el tabaco y el café, ambos contienen sustancias tóxicas y la propiedad de estrechar los vasos sanguíneos.
Por supuesto cabe añadir como uno de los mejores hábitos el realizarse 2 veces al año, en primavera y otoño, una limpieza de hígado con el método que nuestro herbolario nos recomiende: cura del ajo, cura de limón, limpieza de hígado y vesícula biliar con el método de Andreas Moritz, dieta de sirope de arce, etc.
Las terapias alternativas como la reflexología podal y la acupuntura también tienen un alto poder desintoxicante, a la vez que regulan las funciones corporales.